بسم الله الرحمن الرحيم
Allāh El Sublime ha dicho:
إِنَّ الصَّلَاةَ تَنْهَىٰ عَنِ الْفَحْشَاءِ وَالْمُنكَرِ
«En verdad la oración nos previene de lo obsceno y las malas obras.»
[Qurʾān, Sūrah Al-ʿAnkabūt [29: 45]
Allāh ha explicado en esta āyah que la oración correcta, hecha con humildad y sumisión (Ḫušuʿ[1]) previene al que hace la oración, sin lugar a dudas, de aquello que es obsceno y de las malas obras, y [además] le lleva al bien.
Por lo tanto, verás que la gente de la mezquita son los más superiores de entre la humanidad y los mejores de entre ellos. Los pecados y deficiencias de los otros son muchas veces más que los pecados y deficiencias de esta gente.
Si la oración no nos previene de lo obsceno y las malas obras, entonces es necesario escudriñar cuidadosamente la deficiencia que haya en ella [es decir, en la oración] y corregirlo. No se puede escapar el tener que corregir nuestra oración y no se puede huir de tener que traer el Ḫušuʿ durante la oración. Así pues veamos las causas y esforcémonos en darle tratamiento con la cura, tal como damos tratamiento a nuestro cuerpo cuando enferma. Sin embargo, el tratamiento de las almas es más apropiado y viene primero, y esto es lo que nos ayuda a entender el dicho del mensajero de Allāh (ṣallAllāhu ʿalayhi wa sallam): «Lo primero sobre lo que se le pedirá cuentas a un siervo en el día de la Resurrección será su oración. Si es correcta [aceptable], todo el resto de sus acciones serán correctas [aceptables], y si está corrupta [inaceptable], entonces todo el resto de sus acciones serán corruptas [inaceptables]».
Así es que en la corrección de la oración está la corrección de todas las demás acciones. La posición de la oración respecto a todo el resto de las acciones, es como la posición de la cabeza respecto al resto del cuerpo. Y esto es porque el siervo está más cercano a su Señor durante la oración [que en cualquier otro momento]. Llama a su Señor y busca Su perdón. Retorna a Allāh y llora a Él, el Sublime.
La oración no puede ser corregida excepto con la corrección del credo, [con] ser consciente de Allāh, tener temor de Él, traerse a uno mismo a cuenta delante de Él, y temblando de miedo ante Su Fuego. Cuando termina la oración y es puesto a prueba con pecados y desobediencia, encuentra en su corazón la fuerza para repelerlos. Esto es porque ve los placeres como temporales y desvanecientes y luego ve el placer y gozo que nunca terminan y la felicidad que nunca tiene final. Entonces da prioridad al bien que persiste (y dura para siempre) por encima de aquello que es transitorio y desaparece.
La oración del siervo es deficiente debido a la falta de observar cuidadosamente a Allāh, y debilidad en taqwā. Una persona, entonces, no es capaz de producir suficiente temor y admiración que pueda interponerse entre él y sus actos de desobediencia.
Más adelante ʾImām ʾIbnuʾl-Qayyim menciona:
Has de saber que cada oración que se hace con temor/admiración y humildad, da vida al corazón y lo estimula a hacer buenas obras y también ocasiona que se adapte a las buenas obras, así mismo cada buena acción que se hace fuera de la oración incremente al Ḫušuʿ dentro de la oración. En una narración [ḥadīṯ] se aconseja: «Sobre ustedes está la oración de la noche ya que es el hábito de la gente recta que vino antes de ustedes. Es un medio para acercarse a Allāh, El Exaltado, una prevención de las malas obras y una expiación por los pecados[3]».
[1] Te invitamos y recomendamos revisar Ḫušuʿ en el glosario: https://www.islam-puro.com/glosario/kh/
[2] Reportado por Aṭ-Ṭabarāni en al-ʾAwsaṭ sobre la autoridad de ʾAnas, también está en Ṣaḥīḥuʾl-Ğāmʿi No. 2570.
[3] Reportado por ʾAḥmad en su Musnad, por At-Tirmiḏī y otros. También en Ṣaḥīḥuʾl-Ğāmʿi No. 3957.
📖 Del libro: El camino a la guía
✍ Por ʾIbnuʾl-Qayyim
🖊 Traducción al español y edición por Islam Puro
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📂 ID: iptt0296
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